miércoles, 10 de marzo de 2021

Bienvenida a casa

En Nueva York nunca me sentía viva a menos que estuviera completamente sola deambulando por la ciudad.

Parece que no soy capaz de escribir a menos que las cosas vayan de fábula o de pena...

La modestia y la humildad no son lo mismo. Yo no quiero modestia. Ni siquiera me gusta. La humildad implica respeto por algo más.

Te equivocas de lleno. Culpa mia. Me he desnudado demasiado.

Sigo sin sentirme orgullosa y aún no he llegado a ser humilde. Esas son las cosas que quiero, las que hay que tener.

Cómo dejar de imponerme cosas, salir de mi misma y ser simplemente yo.

Ir en metro es una locura porque apareces en un nuevo mundo y es como si el sitio de donde acabas de venir ya no siguiera allí, y eso es increíble pero a mí no me gusta, es como los aviones: no vas de un sitio a otro, simplemente eliminas el primer sitio.
En cambio, los autobuses son una pasada.



(Fragmentos de "Bienvenida a casa", de Lucía Berlin)

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