Dicen que luego de recibir un disparo de muerte, un elefante permanece diez días de pie antes de caer.
Pero nosotros llevábamos dentro la enfermedad antes de haber consumido la primera dosis, porque había algo que andaba mal, había algo que estaba vacío y que pensábamos que debíamos llenar.
Abandonar es mi gran síntoma. Me separo de la gente dejándola atrás como si fueran el modulo ya inútil de mi vínculo con el mundo.
"No desprecies la esmeralda que te da la mañana, aunque sea la luz de un semáforo."
Quería ser mirado, quería ser distinto, no creer en todo lo que me decían, no aceptar el hecho insoportable de que todos somos iguales. De que yo soy igual a todos.
"El resentimiento, la ira y el miedo forman el `triángulo de la autoobsesión´. Todos los defectos de nuestro carácter son manifestaciones de estas tres reacciones. (...) El resentimiento es reemplazado por la aceptación, la ira por el amor y el miedo por la fe."
Porque el alcohol sí que acompaña, ayuda a olvidar, anestesia los sentimientos y convierte a los malos recuerdos en meras palabras de una letanía lejana, esa letanía que siempre recitan los borrachos y en la que nadie jamás se interesa.
-No hay peor alcohólico que el que empieza e grande -me dijo mi tío Alfredo-. Porque empieza, decididamente, para olvidar.
Ahora me doy cuenta: uno bebe para olvidar cosas malas, es verdad, pero sobre todo bebe porque hubo cosas buenas y no pudo hacer nada para retenerlas, para que siguieran ahí o para que siguieran siendo buenas.
"Humildemente, porque la humildad nos va a dar la paciencia necesaria para que termine de llegar ese cambio que tanto anhelamos."
A los veinte años estaba convencido de que el mundo me debía...
Estaba obsesionado conmigo mismo. Yo odiaba a mi padre y, a través de él, odiaba a la humanidad porque no podía satisfacer mis necesidades.
Luego me di cuenta de que el talento también cuenta. El talento hace que los demás busquen tenerte cerca con la ilusión de contagiarse.
-Más respeto. Soy un hombre. Tengo libros.
"El odio es como beber veneno y esperar que el otro muera." SAN AGUSTÍN
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