domingo, 21 de septiembre de 2014

Le Breton sobre caminar:

Caminar involucra los recursos elementales del cuerpo, sin tecnologías, a paso de hombre, sin prisa, cada uno a su ritmo. Es una vuelta a lo sensorial, a la disponibilidad en los caminos y al alejamiento de las preocupaciones personales. Caminar es un reencantamiento de la existencia, es sentirse vivo, real, inmerso en el corazón del mundo. Es un acto de resistencia que privilegia la lentitud, la conversación, el silencio, la curiosidad, la amistad, la gratuidad, la generosidad, la contemplación. Tomarse tiempo hoy es una forma de subversión, igual que la larga inmersión en una interioridad que parece un abismo para muchos contemporáneos que sólo viven en la superficie de sí mismos y hace de ésta su única profundidad. Caminar en el contexto del mundo contemporáneo podría evocar una forma de nostalgia.

El caminante establece su soberanía ante el calendario, su independencia frente a los ritmos sociales. No va más rápido que su sombra. La caminata desbarata los imperativos de velocidad, de-entendimiento, de eficacia. Es un movimiento de respiración. El caminante es aquel que se toma su tiempo y no se deja atrapar por el tiempo. Ya no se trata del tiempo cotidiano acompasado por las tareas del día o los hábitos, si no un tiempo que se estira, que callejea, que se aparta del reloj. Una marcha en un tiempo interior, un retorno a la infancia o a momentos de la existencia propicios para una vuelta sobre sí mismo. La caminata exige una suspensión dichosa del tiempo, una disponibilidad a entregarse a improvisaciones.

4 comentarios:

Betina Z dijo...

Más clarito imposible.
Soy caminadora, no por deporte ni por salud, sino por placer.
Lo comparto, permiso.

Saludos, María.

María dijo...

Betina!

Me alegro de que te gustó. A mí me interesó muchísimo este sociólogo/antropólogo. Fijate en el link de su nombre hay una nota en La Nación sobre Internet. Es muy lúcido.

Camino mucho sola por distintas ciudades y esa sensación, mezcla de búsqueda, perdición, improvisación, soledad, pertenencia al mundo es única.

El celular la empaña bastante... Sigo pensando en el uso del cuerpo por estas épocas...

Saludos!

malbolero dijo...

caminar te demanda la presencia contante y sonante en el instante mismo de la caminata. es un ejercicio del cuerpo, de la mente y del espíritu muy liberador y revelador! :)

María dijo...

Hola Malbolero,

A veces miro la meta, está muy lejos, pero voy a ir caminando. Cuando llego, no puedo creer que haya recorrido ese espacio sólo con la fuerza motriz del cuerpo.

Gracias por visitar.
Saludos.