"La gente está loca"

(Cont. del MIÉRCOLES 20 DE JULIO DE 2011)

Hoy en el gimnasio, en donde parece que ejercito más la mente que el cuerpo, pensé que quizás todos ya nacemos locos, que estar locos es nuestro estado natural. De ahí “esos locos bajitos”, “los borrachos, los niños y los locos” y demás frases hechas.

Nacemos locos y, la mayoría, nos educamos y trabajamos durante toda la vida intentando disimular, controlar y domesticar esa locura para poder vivir lo mejor posible en sociedad. Supongo que es lo que comúnmente llamamos “crecer”.

Como es trabajo arduo y constante, es lógico que los más sensibles, débiles y/o vagos, los que sufren grandes golpes, prefieran, por ejemplo, permanecer en el manicomio o entregarse al alcohol o a la calle; en muestra de rebelión o incapacidad a esforzarse como los demás.

Cercana la muerte, sin fuerzas físicas ni necesidad de agradar demasiado, con el miedo al final inminente, muchos de los que habían optado por la “adaptación” se relajan y vuelven nuevamente a la locura con la que habían venido al mundo.

Vivir es controlar la locura. Nacer y morir es una cosa de locos.