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La lección de Blauman es que cuando tu jefe te grita, tú nunca le devuelves los gritos. Y por eso es por lo que existe algo que me gusta llamar la "cadena de gritos". La cadena de gritos empieza en la cúpula. El jefe del jefe de Arthur le grita al jefe de Arthur. El jefe de Arthur le grita a Arthur. Arthur te grita a ti. Tú te vas a tu casa y le gritas a Lily. Lily le grita a uno de los niños en el jardín de infantes donde trabaja. Después ese niño sale y le grita a su padre: el jefe del jefe de Arthur. Y todo vuelve a empezar de nuevo, completando así el círculo de gritos.
(Barney a Marshall en "How I met your mother".)
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