Me siento envejecer en el lóbulo de las orejas y en mi creciente fanatismo por el té.
Una amiga de mi mamá hace un tiempo me dijo “el té me da paz, siento algo acá cuando lo tomo que me reconforta” y se acariciaba el pecho en círculos con la palma de la mano.
Por eso en las películas o en la vida cuando alguien se pone nervioso siempre lo tranquilizan con un té. Por eso se lo dan a los enfermos, aunque no cure. Por eso es muy lindo tomarlo antes de dormir.
Y los abuelos, las personas más sabias que existen, lo toman sin parar. Porque saben algo que nosotros vamos descubriendo cuando nos hacemos grandes, nos ponemos nerviosos y nos angustiamos.
Que el té da paz.
4 comentarios:
Este es el mejor!
Tan cierto!
Marta
hermoso María!
Gracias, Eliana!
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