La vida en película.

Me gusta pensar en cómo qué película quiero que sea mi vida. Definir cierto tono de las cosas y la gente que me rodea. Pero sobretodo de las cosas que hago. Ser el guionista de la persona que soy.

Si pienso en las películas en las que me gustaría vivir son muchas de Woody Allen, pienso en “Juno”, en la serie “Friends”, en “El Ladrón de Orquídeas”, en alguna de Nanni Moretti (está claro que no en “La habitación del Hijo”), en “Perdidos en Tokio”. Si fuese hombre sería en "Husbands" y si pienso en un libro, seguro sería alguno de Paul Auster.

Pensar esto me ayuda a darle coherencia a las escenas y diálogos de mi día a día, una música de fondo que integra las imágenes y me alerta cuando algo “no pertenece a la historia”. Es un como un sexto sentido, un estado de ánimo que persigo y me mantiene protegida de las circunstancias o personas que están viviendo en películas de otros directores.