viernes, 15 de enero de 2021

Poeta chileno

Pero es verdad que fue padre unos años. Fue padre de la manera más plena que alguien que no es padre puede serlo. Su coartada coincide con la verdad. No me dejaron seguir siendo padre, podría argumentar: estuve a punto de aprender el idioma de la paternidad, estudié con disciplina, con fervor, nadie me obligaba, yo solito me matriculé en un instituto, y pagaba puntualmente las mensualidades porque el instituto costaba un ojo de la cara, no hay subvención estatal para estudiar algo así, y yo hacía todas las tareas, era el mejor alumno pero mantenía la humildad, sabía que me quedaba mucho or aprender, usaba todos mis ratos libres para perfeccionarme, pero un día simplemente me cerraron el instituto: un lunes llegué a clases cinco para las ocho de la mañana, como siempre, y estaba cerrado. Y pasó el tiempo y se me fue olvidando ese idioma nomás. Porque los idiomas hay que hablarlos, uno los olvida si no los practica. Lo di todo, lo hice lo mejor que pude. Y hubo errores, muchos, claro que sí. Confiar en Carla, por ejemplo. Enamorarme de ella. Decidir enamorarme de ella. Porque debo haberlo decidido. En algún momento tengo que haberlo decidido y luego lo olvidé, me convenía olvidarlo. En algún momento decidí que estaba enamorado de ella y que todo tenía sentido y que moriría por ella y por su hijo.


(Fragmento de "Poeta chileno", de Alejandro Zambra)

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