Todos los días sustituían los átomos con los que habían nacido por otros que absorbían de su entorno. La niñez es un proceso por el que uno se recompone poco a poco tomando materiales prestados del mundo. En un instante que pasa inadvertido, el niño pierde el último átomo que heredó de su madre. El intercambio se ha completado, y el niño pasa a ser todo él mundo y nada más que mundo. O lo que es lo mismo: se queda a solas consigo mismo.
(Fragmento de "En una selva oscura", de Nicole Krauss)
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