viernes, 6 de enero de 2017

Los diarios de Emilio Renzi - Los años felices

Nos hemos movido con mucha cautela, como ahorrando energía, porque estamos sin plata y el dinero, ya se sabe, garantiza los movimientos y los cambios múltiples. Tenemos quinientos pesos y ésa sería la medida de la distancia que podemos recorrer. O, en todo caso, las decisiones materiales que podemos encarar. Descubro entonces una relación secreta entre la economía y el espacio, o mejor, la velocidad y la amplitud de movimiento de los sujetos según su patrimonio, etc.

La disciplina de trabajo es un modo como cualquier otro de ordenar las pasiones.

"Nadie puede describir la vida de un hombre tan bien como él mismo. Su vida real, interior, sólo de él es conocida, pero al describirla la disfraza, la muestra como él querría que lo vieran, pero de ningún modo como es", J.-J. Rousseau.

La vida es un impulso hacia lo que todavía no es, y, por lo tanto, detenerse a narrarla es cortar el flujo y salir de la verdad de la experiencia.

En ese caso la amistad se funda en lo que podríamos llamar una velocidad común para pensar al mismo tiempo varias cosas, esquivando los obstáculos. No se puede conversar si no se parte de una serie densa de sobrentendidos y zonas comunes.

"Cursi es todo sentimiento que no se comparte", Ramón Gómez de la Serna.

El confiar absolutamente es la razón de los fracasos.

La clave es no cerrar el sentido al concluir la historia. Por supuesto estas virtudes tienen sus defectos y sus límites, el material parece siempre a punto de extraviarse.

...hay que narrar la historia de una idea y no de una pasión...

La cortesía es una forma de masoquismo.

"Sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido", Borges.

Si mantengo mi idea de leer sólo en función de lo que estoy trabajando, entonces dejo casi por completo de leer. Prefiero intentar elegir los libros por sí mismos, olvidando lo que estoy escribiendo.

Un mes confuso, exasperante, hundido en ridículas cavilaciones. Trabajo bien en la novela, que anda ya por las cien páginas. La lección de siempre, si me encierro y me aíslo, la novela camina; si me disperso, se atranca.

(narrar es pensar)

La certeza es previa a la escritura y es su condición.

Paso los días andando por la ciudad, muerto de hambre, de sueño y de cansancio, sin ganas de nada. Ojo con dar tantas vueltas con las historias de fracasos, uno también queda inmerso en el mundo que narra.


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