domingo, 20 de marzo de 2016

El ojo en la música

No entiendo los documentales de artistas que se centran en sus adicciones y miserias (lo que no significa que mi parte voyerista no disfrute verlos). ¿Hay alguien que no sepa de qué murió Amy Winehouse? ¿Es necesario mostrar un video íntimo que grabó su novio en donde se la ve drogada y hecha polvo? ¿Hay necesidad? ¿Cuál es la motivación, el fin? ¿No es poco ético hablar de la gente cuando ya no está? ¿Qué cuenta de nuevo que ya no hayan contado los noticieros y los diarios? ¿Encima repite esas imágenes y gana un Oscar? 

Sí, son todas preguntas porque de verdad no entiendo cuál es el punto de contar el lado oscuro de la vida de una persona pública sin ningún tipo de finalidad más que la de mostrar lo que nunca debería haberse mostrado. No aporta nada, resta. 

"Under the influence" hace todo lo contrario, y suma. Lo dice el mismo Keith Richards: todos tienen una imagen de mí fumando marihuana con una botella de whisky en la mano y puteando porque la tienda de licores está cerrada. Bueno, el director te cuenta otra cosa, ¿para qué te va a mostrar a Richards fumando marihuana borracho? No, pone el ojo en algo mucho más grande: la relación de Keith Richards con la música. La única relación de Keith Richards que merece ser contada en un documental. Y encima te la cuenta bien.

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