lunes, 28 de diciembre de 2015

Estamos Unidas

Ayer me leí de un tirón la "nouvelle" de Marina Mariasch y viajé a mi adolescencia, en los noventa. Yo también vivía sola con mi mamá y mi hermana y tenía que ir a buscar la ropa interior mezclada en los cajones de las otras. Crecí entre mujeres y desarrollé teorías como ESTA, con diferencias que notaba entre mi hermana y yo, tan lejos tan cerca.

En los pequeños detalles hay un mundo. El libro de Marina Mariasch tiene muchos que me gustan, como las manchas en la ropa de las mujeres:
Yo no sabía, lo aprendí después, el enojo es tristeza. Lo primero que llegó a la argentina no fue el sushi. Antes llegaron esos restoranes con mesa de plancha. Con mi hermana insistíamos en la escena de la comida como una manera concreta de mantener la familia. Mamá a esa hora perdía el hilo y la mirada se le iba a un punto de la pared que de a poco se descascaraba por la humedad del baño. Un día la convencimos de repetir la experiencia americana y nos llevó a un restorán japonés en Recoleta. No era sólo que quisiéramos sacarla afuera, era que queríamos conservar el estatus. Si era posible, que nos vieran. En la mesa nos sentaron con la hija de un diseñador famoso. Mamá la reconocía, pero ella a nosotras no. Eso pasaba siempre. El mozo pasó y le tiró la cazuela con salsa de soja en la blusa de seda, y aunque fuimos al baño a lavarla, la marca nunca salió.

(Fragmento de "Estamos Unidas", de Marina Mariasch)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No te parece muy sobervia titular tu blog "LO ESCRIBO POR TU BIEN".
Me parece que hay que ser un poco mas humilde.

María dijo...

Hola "Anónimo",
En la introducción está la explicación del título, quizás leyéndola lo entiendas de otra manera.
Igual siempre trataré de ser un poco menos soberbia, gracias.
Saludos y buen fin de año.

Betina Z dijo...

Vos lo escribiste mejor que Marina Marriash (al menos a mí me gustó más). Soy de las que se cambian la malla mojada, pero posponen el alfajor, el agua, la aspirina y... (la lista es larga, me temo).

Cariños, María.

María dijo...

Hola Betina,

Qué bueno que te gustó.
Sí, supongo que todas tenemos un poco y un poco, sobre todo cuando maduramos algo...
Yo ahora también me cambio la malla, pero lo del agua antes del cumpleaños todavía no tampoco. Pero en unos años vemos.

Saludos y muy buen fin de año!