martes, 27 de enero de 2015

Hermanas

Vengo de trabajar mucho, en distintos países con horas diferentes. Y por eso hoy me despierto temprano y no sé dónde estoy, si me tengo que bañar apurada, salir de la habitación, desayunar sola entre cien brasileros voraces, llegar al set de filmación y good morning, we are ready to shoot, ¡cut!, one more. Y muchos que me llaman Marrruía

Pero no, estoy en casa, en silencio, en mi cama. Sola. Nadie me espera abajo, nadie me espera en ningún lado. El día entero es mío, mío, repito como los niños cuando descubren la pertenencia. Nadie me ve, no tengo que hacer nada que no quiera. Me cuesta percibir todo esto: que soy libre, callar esas voces que me mandan levantate, bañate, contestale a tal

En ese estado, mezcla de confusión, alegría, vacío y mucho cansancio, veo ELENA, un documental que hizo Petra Costa sobre su hermana, sobre ella y su hermana, una delgada línea, la sangre, la madre, el hilo conductor de los genes y la memoria. Y también sobre el arte, y vuelve mi mantra: ¨el arte es lo que nos salva¨. 

Cuando termino de ver el documental son las nueve de la mañana y veo que durante la película recibí un mensaje. Es de mi hermana, Dolores, que vive en Italia. Hace días que no hablo con ella y ahora ese mensaje. Dice que ayer Galileo, su hijo de tres años, vio una foto de ella, de Dolores, de su madre: una foto de mi hermana. Y que, mirando la fotografía, Galileo repetía: ¨María, María¨.

1 comentario:

Dolores dijo...

Una delgada línea nos separa y, donde está una, siempre, de alguna forma, está la otra.