Siento cierta molestia al contar estos detalles, e imagino la incomodidad de Jansen si los viese escritos negro sobre blanco. Era un hombre que hablaba poco. Y habrá hecho todo lo posible para que se lo olvide, hasta partir a México en Junio de 1964 y no dar señales de vida. Me decía con frecuencia: "Cuando llegue allí, le enviaré una postal con mi dirección". La esperé en vano. Dudo de que alguna vez dé con estas páginas. Si eso ocurriera, entonces recibiría una postal, de Cuernavaca o de cualquier otro lugar, con esta simple palabra: CALLESE.
Pero no, no recibiría nada. Me basta con mirar una de sus fotos para volver a encontrar esa cualidad que poseía en su arte y en la vida., y que es tan preciosa como difícil de adquirir: guardar silencio. Una tarde lo visité y me dio la foto mía y de mi amiga sentados en el banco. Me preguntó qué pensaba hacer más adelante y le respondí:
-Escribir.
Esta actividad le parecía ser "la cuadratura del círculo" -es el término exacto que utilizó. En efecto, se escribe con palabras y él buscaba el silencio. Una fotografía puede expresar el silencio. ¿Pero las palabras? He aquí lo que habría sido interesante, en su opinión: tener éxito en crear el silencio con palabras. Había estallado de risa:
-¿Entonces va a tratar de hacerlo? Cuento con usted. Pero sobre todo con que la tarea no le impida dormir...
De todos los caracteres de imprenta, me había dicho que prefería los puntos suspensivos.
(Fragmento de "Primavera de perros - Flores de ruina", de Patrick Modiano)
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