Si intentara contar esta historia como una película, en vez de limitarla a escribirla tal como sucedió, mi odio hacia Sammy Glick tendría que ser enaltecido como algo noble y contundente. Lo que quiero decir es que si me cruzara con él en la calle yo tendría que cambiar de acera, y tarde o temprano llegaríamos a las manos, probablemente al borde de un acantilado. Pero al parecer ni él ni yo estamos hechos de esa pasta. La mayoría de nosotros estamos dispuestos a saludar a nuestro peor enemigo como si fuera un hermano al que hace tiempo que no vemos si creemos que con él nos podemos divertir, o que puede resultarnos útil; o bien llegamos a la conclusión de que siendo educados viviremos más tiempo.
(Fragmento de "¿Por qué corre Sammy?", de Budd Schulberg)
2 comentarios:
Muy buena cita, María.
Un saludo.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Clément. (Un poco retrasada mi respuesta pero vivo estos días sin internet.)
Saludos.
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