Me armé un personaje. Es un personaje entrañable, nada pretencioso, alguien con imposibilidades, buenas excusas, conflictos, pobrecita, que no puede hacer lo que querría por razones inexplicables, complejísimas, por fuerzas oscuras que vienen del infinito y más allá.
Literal y literariamente el término “bipolar” resume mi patología: tengo dos mundos, soy dos conjuntos sin intersección, calles paralelas, un par de imanes en ese punto justo en el que se rechazan. De un lado las ideas, que brotan mejor que sangre aspirinada. Del otro la parálisis, la herida pegada con la gotita.
Evito el centro, esquivo lo que daría sentido. Salgo disparada en mil pedazos, me desintegro limándome las uñas, ordenando roperos o llamando a algún amigo. Sin embargo soy feliz, vivo fuera de todo y me levanto y me duermo contenta. Pienso mucho y borro lo que pienso; al no escribirlo, no dejo pistas.
Escribo esto para no escribir, por sentir que rozo apenas algo. Al núcleo ni me animo, permanezco en la periferia y hago de mis excusas un texto que no dice nada, que desaparece envuelto en la inconsistencia repetitiva de una telaraña infinita, en el metatexto de un texto que nunca existió. ¿O sí?
4 comentarios:
Quien sólo tiene un mundo no sabe lo que se pierde.
"Do I contradict myself? Very well, then I contradict myself, I am large, I contain multitudes."
Walt Whitman
Hola Rob K,
Qué lindo lo de Walt Whitman, gracias!
Me superencanto maria el texto infinitamente grafico de lo que te pasa, creo, que bueno estar feliz y tranqui es lo nico que importa! Besos gloria
Gracias, Gloria!
Muchos besos
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