miércoles, 23 de febrero de 2011

El salario del miedo

Cuando era chiquita me peleaba con mi hermana por ir adelante en el auto. La que cantaba primero ¡adelante! (mientras nos preparábamos para salir, en el ascensor o llegando al Fiat Uno estacionado en la calle), incuestionablemente, iba adelante. No importaba si había ido adelante las últimas cien veces, se respetaba el código.

Mi mamá es Meteoro al volante, un Meteoro despistado que te hace renacer en cada semáforo. Cuando mi hermana y yo aprendimos a manejar, empezamos a pelearnos por ir atrás. ¡Atrás! Una vez perdí (atravesando media Italia) y quedé tan tensionada de presionar el freno invisible que apenas podía caminar. Ahí se rompió el código (todavía tengo crédito).

Me acordé de esto porque hace poco viajé en auto, me encanta viajar en auto de a dos y de noche. Y después, de casualidad, vi “El salario del miedo”: dos amigos que necesitan plata tienen que conducir un camión con explosivos por caminos imposibles. Es una película increíble; les dejo un diálogo de muestra gratis:
Joe
¿Crees que te pagan por conducir un camión? Te pagan por pasar miedo, no lo has entendido. Es la división del trabajo, tú conduces y yo me muero de miedo. Tu parte es la mejor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esas "carreritas" que uno juega con los hermanos en distintas épocas de su vida suelen ser anecdóticas como la tuya. Pasa que es así, uno siempre cree que gana en el momento que la cosa parece que es para ganar. Pero a veces está perdiendo, y como en todo uno siempre se da cuenta cuando mira hacia atrás por encima del hombro...

María dijo...

Ganar o perder es como la suerte o la mala suerte, depende desde dónde se lo mire, no? Saludos.