sábado, 26 de febrero de 2011

Buena dedicatoria

Mi querido Bill:
Nunca he sentido gran afición por el tipo de dedicatoria que reza
A FULANO DE TAL,
sin cuya simpatía y estímulo
nunca se habría escrito este libro

Me resulta pobre de espíritu. Pero en el caso de AMOR Y GALLINAS no se puede evitar. Más que por tu simpatía y estímulo, porque fuiste realmente quien me proporcionó el argumento. Me gusta la gente que simpatiza conmigo y soy agradecido con los que me estimulan y animan; pero ante quien me quito el sombrero -el cual por razón de la subida de los precios es el mismo ya amarillento del año pasado, del que todo el mundo protesta, pero que todo el mundo tendrá que soportar hasta que finalice la estación de los sombreros de paja-, ante quien me quito, como decía, esta venerable reliquia, es ante el hombre que me da un argumento.
(Fragmento de la dedicatoria en "Amor y Gallinas",
de P.G. Wodehouse para W. Townend)

1 comentario:

Unknown dijo...

Dos veces dediqué mis escritos a alguien: la primera vez fue a un ex amor, de esos que aún cuando estás intoxicado y nocivo la cabeza se te nubla y hacés pelotudeces, y la segunda vez a una personita que quise mucho y había fallecido muchos años atrás sin siquiera yo saberlo. Fue una dura dedicatoria, como a garrotazo limpio.

Y más allá de eso no entiendo mucho a los que dedican un libro con citas. Odio las citas cuando comienzan un libro. Prefiero una dedicatoria como "A papá, mamá y el perro", o "Al amor de mi vida (el de ahora, claro)" a soportar lo que dijo Confucio en el año no se cuanto antes del nacimiento del Cristo.

Pero bueno, es cuestión de gustos, ¿no?

Saludos.