domingo, 19 de septiembre de 2010

El arte es lo que me salva

Estuve de viaje, fui otra y también fui feliz. Y ahora que terminó, vuelvo a Buenos Aires y a llorarle a Berni, a su Juanito Laguna, me quedo sentada en el museo como en un templo. Sin mirar los cuadros los siento protegerme, son ellos los que me observan a mí, mis ojos únicos frente a tantos ojos dibujados. Algunos me ignoran, algunos al óleo me miran de reojo, me conocen, me intuyen y oigo voces en otros idiomas, un murmullo que me calma. Giro sentada en el banco y tengo dos ángeles vigilándome la espalda y quiero escribir lo que me pasa pero cómo, lo que me pasa no son palabras. De lejos la miro y ella me mira, la Infanta María Teresa, la ansiedad de pararme pero seguir sentada. Si tan sólo una de estas figuras me acariciase el pelo quizás mi tranquilidad en este lugar sería perfecta, entera. Una voz electrónica pide por favor no acercarse demasiado a la obra, en castellano y en inglés please don’t get so close, eso dice, please don’t get so close. Pero qué pasaría si la obra se acercase a mí, si estas figuras se descuelgan y me tocan y me arrullan. Cómo asimilar lo que siento y poder seguir pie izquierdo, pie derecho, tengo sed, qué lindo vestido, hola qué tal, poder pensar. Esto no es pensar. Si dejo de pensar moriré de dolor en el pecho, si dejo de pensar moriré, si dejo de escribir moriré. Qué necesidad hay de sentir tanto. Hubo un tiempo en el que el pecho no existía y ahora soy sólo un pecho que duele. La cabeza trata de compensar con estupideces, el pensamiento, trata de equilibrar la densidad acumulada en el pecho. No pensé (el pensamiento, son sólo estupideces) que se podía sentir así y que así se podía andar igual, un pecho con patas, quién lo hubiese imaginado. ¿Dolerán como el mío los pechos que ahora recorren este museo? ¿Vendrán también buscando paz? Quiero estar sola y no quiero estar sola. Juego de tensiones positivo-negativo. Positivo: morir sintiendo. Negativo: morir pensando cómo no sentir (tanto). El corazón es materia y duele, como duelen los huesos, las otitis, duele agudo, duele todo. Paradojas, escribir lo que pienso me ayuda a no pensar. Respiro y trato de convencerme de que pasará, ¿pero no es justamente por eso por lo que sufro? Porque esto también pasará y volveré a ignorar a mi pecho como se ignora lo sano. Extraño mis ojos cuando no puedo ver, mis labios cuando se agrietan, y después los ignoro porque no duelen. Lo que duele está, lo que duele vive, lo que duele existe. De lo que duele somos, de lo que duele vienen estas palabras, de lo que duele las lágrimas. Lo que duele es todo, el resto acompaña y espera su turno de doler. No hay fuerza, dejar de resistir. Dolor único, universal love hurts, mon amour, amore mio. ¿Provocará infartos el amor? Me han flechado, los ángeles a mis espaldas, el peso de una mirada. Los otros parecen tan sanos, tan compactos, tan los otros. Los miro andar y me pregunto cómo pueden, se han curado o todavía no han sido flechados, afortunados y pobres, rehabilitados, ignorados. ¿Volveré a andar así algún día? ¿Cuánto dolor soporta un cuerpo? ¿Dónde está la bala, la punta de la flecha, la piedra, el vidrio, el clavo en la madera, el cáncer, la hepatitis? ¿Dónde está la prueba de este dolor? Causa y efecto invisibles. No puedo seguir, ¿estaré exagerando? ¿Seré yo este pecho que duele? Planeo pararme e ir en busca de Berni pero sigo sentada y quieta, porque como duele ay, duele tanto. ¿Será que duele lo vivido? ¿Duele que haya terminado? ¿Duele lo que no viviré? Por eso que no viviré vendrán otras cosas. ¿Cómo puede doler lo que no viviré? ¿Cómo saber que no voy a vivirlo y cómo saber si vivirlo acaso no dolerá más que no haberlo vivido? Si eso no ocurre, ¿no ocurrirá nada más? Y si no hay nada más, ¿qué es este dolor si no lo es todo? Hay más: está este dolor y las piernas que se siguen moviendo y Berni que me espera en la sala de al lado. Algo hay: estas hojas y los ángeles que me rodean.

8 comentarios:

Clara dijo...

Maria,

Tan palpable. FENOMENAL. Impecablemente escrito... tan, que las palabras parecen salirse de aca y tocar absolutamente todo.

Hace muchisimo tiempo que algo escrito por un 'desconocido' no me tocaba /llegaba/ despertaba/emocionaba (no me decido ...) tanto.

Besos
clara

eliana dijo...

Qué increíble. Desde otro lugar (seguramente) me pasa algo similar. Lo que no me pasa es poder escribirlo, así que me hizo muy bien leerlo :)
Beso enorme!

María dijo...

Recién leí en "ñ" del sábado pasado:

"Si no fuera por el dolor, mi mundo interior equivaldría al de cualquier muchacha que bosteza en el colectivo, a la mañana, ataviadas para sus empleos en oficinas." - Alejandra Pizarnik

Gracias Clara y Eliana!

daniel rosenfeld dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
daniel rosenfeld dijo...

dije: que era una delicia, y que para cuando la novela!?

Nuria K. dijo...

Chavi, es lo más impactante y sentido que leí en tu blog. Ser un pecho con patas te hace diferente. Pero esto ocurre pocas veces. Nos ocultamos de nosotros mismos (a nosotros mismos) Huimos de nuestros verdaderos sentires. Caminamos sin detenernos. Ciegos. Evitando todo sufrimiento. Disfrutá de este dolor, que lamentablemente no durará tanto... Te quiero mucho!! Me encantó y me hizo "sentir".

María dijo...

Dani, me alegro de que te haya gustado, y de que anduviste por acá! La novela... coming NOT soon.

Chavis, gracias!! Qué lindo hacer sentir...
Yo también te quiero mucho!

Unknown dijo...

Como ya te dije antes, una vez que uuno conoce la realidad.... no hay velta atrás.... Empezás a ser consciente de tu propio yo-vos-nosotros-ellos------- y entonces???
Entoces uno comienza realmente a sentir que está vivo.
Muy bueno lo tuyo....
Me ha sorprendido grátamente.....

E