Con soberbia de inventor de historias, yo creí que la aventura se daba únicamente en las novelas y también, quizás, con menos contundencia, en la vida de unos pocos seres. Ahora sospecho que si uno remonta la historia de cualquier familia la encuentra… Aún en familias de banqueros y comerciantes. Tenía razón mi madre cuando me decía que leyera libros de historia.
Cuando empecé el documental sobre la historia del Banco Nación, encontré esta frase de Bioy Casares (nieto del primer presidente) y la incluí en el capítulo uno. Después me aferré a ella como a un mantra que me guiaría a través de los siete meses que ya llevo trabajando en este proyecto.
Ayer fue mi último día de rodaje: una seguidilla de entrevistas a historiadores y economistas. Y como todo va en círculos en esta vida, llegando al final comprobé que Bioy tenía razón. Aldo Ferrer, hablando de las alternativas al famoso modelo agroexportador argentino deslizó, entre un montón de conceptos “duros”, el término “literatura económica”.
¿Literatura económica? Fue como si hubiese dicho una palabra mágica. Aldo se rió (cuando un economista se rie de esa manera te desarma, por contraste). Me habló de “la maldición de los recursos económicos”, de “los problemas de invención doméstica” y de que “el campo solo no puede”.
Todo lo que dijo después fue con una sonrisa en la cara. “El futuro de nuestro pasado” se llama su próximo libro y lo bauticé “el poeta de la economía”. Habló de los cowboys, de las diferencias entre la colonización de las tierras norteamericanas y las argentinas. Y sí, señores, de repente me di cuenta de que existe la "cinematografía económica".
Supongo que es eso lo que estuve haciendo todo este tiempo: filmé parejas que se conocieron en el Banco Nación al estilo de “Cuando Harry conoció a Sally”, hice un desfile con los uniformes antiguos usando el mostrador de casa central como pasarela, edité empleadas leyendo textos de Simone de Beauvoir.
Hay poesía en todas partes. Me gusta pensar que en estos siete meses hice “cine económico”, en todas sus acepciones.
(Fragmento de "Memorias", de Adolfo Bioy Casares)
1 comentario:
"Poesía económica"... qué concepto interesante introdujiste.
¡Ahora tengo curiosidad de ver ese documental!
Un beso,
L.
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