Desde hace más de diez años no puedo hacer una dieta. No sé, las dietas quedaron atrás con la adolescencia, la planchita del pelo, el walkman y los amores platónicos.
Igual hay épocas (estos días post-fiestas) en las que trato de “cuidarme” más. Como no puedo hacer una dieta como la gente me inventé un criterio alimenticio basado en lo que más me gusta: el cine.
La dieta fílmica se basa en no comer nada que los personajes gordos consuman en las películas. Por ejemplo, en ninguna película dos amigas gordas comparten una porción de torta, entonces eso está permitido.
Ningún gordo de película se pide un helado en vasito, se toma una copa de vino o se atraca con arroz salteado con verduras. Esas cosas no engordan. Las cosas prohibidas son: la comida chatarra, el pote de helado, la caja de bombones, el pollo frito con papas, el balde de pochoclo, los snacks, el litro de cerveza.
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