La frase “viejos son los trapos” se usa mucho. Me pregunto si no habrá una íntima relación entre los trapos y los seres humanos. Yo misma, estos días, me encontré explicándole a mis amigos que me siento como un trapo al que lo están escurriendo con muchísima fuerza. Me retuercen tanto que duele pero aguanto, porque soy un trapo que sabe que después me estirarán al sol, seré acunado por un vientito lindo y brillaré limpio y más que antes.
sábado, 12 de diciembre de 2009
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3 comentarios:
Me encanta María porque tenés y transmitís una visión muy optimista de las cosas. Las das vuelta y eso es genial. Gracias.
Uh, me hiciste acordar a mí...
En mi familia hay una frase: "tirame un hueso y decime perro" que explica justamente eso, por más que nos dejen vacías o parezcan hacerlo... volvemos.
Besotes!
María, un post sencillamente encantador.
¡Fuerza que, como vos bien decís, los resultados de tu esfuerzo bien valen la pena!
un beso,
Lau
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