lunes, 16 de noviembre de 2009

Qué pesada estoy con Levrero

Mi comportamiento, como me sucede a menudo, no terminaba de convencerme; sabía que me hubiera gustado actuar de otra manera con cada una de aquellas mujeres, y que en cada caso me había reprimido por distintos motivos, algunos más o menos lógicos pero otros bastante oscuros. Sabía además que toda mi actuación estaba como controlada por la sombra de mi padre, tanto en el sentido de la imagen que esa gente se había formado de mí por ser simplemente su heredero, como en el de la imagen que yo conservaba de él y que de diversas formas continuaba ejerciendo sobre mí una autoridad; por momentos me sentía como encajando perfectamente en el molde que él había preparado para mí, y al momento siguiente sentía que mis acciones respondían a mi rebelión contra ese molde, lo cual de todas formas suponía una actuación en torno a esa imagen y no en función de mi propia y libre voluntad.
(De "Desplazamientos", de Mario Levrero)

2 comentarios:

Beroldo dijo...

ja! No María, no sos para nada pesada, ¡especialemente si se trata de Levrero!

Hace una semana cumplí años asi que fui a una librería y me auto-regalé tres libros de él...Me permití un lindo mimo =)

un beso!
Lau

mara dijo...

seguí siendo pesada, no más...
Levrero escribe cosas (que podrían ser) tan ciertas, que lo escribís y hace bien =)