jueves, 20 de noviembre de 2008

Dos en uno.

Mi amigo Martín es profesor particular de inglés. Y tiene un alumno, un empresario, que lo hace ir a buscarlo a las siete de la mañana a su casa para tomar la clase mientras caminan por Palermo. Parece que este señor no tiene un segundo de más, pero le sobra la plata. 

Se podría decir que mi amigo hace trabajo doble, de "personal trainner" y de maestro. Pensándolo positivamente para Martín, el empresario también podría ser su "personal trainner", y encima le paga. Hay muchas maneras de ver las cosas, pero el caso es que los dos están, de alguna forma, duplicando su tiempo.

Me contó esto y pensé en las veces que yo también intento estirar los minutos: cuando estoy muy apurada me lavo los dientes mientras hago pis; en mi trabajo, hablo por teléfono mientras redacto un mail; me tomo vacaciones e intento escribir un guión; almuerzo con un amigo que además es psicólogo; le regalo un home-theatre a la persona que vive conmigo, hiervo un huevo en la misma ollita que hiervo las salchichas.

Pero no sé si es bueno esto de matar dos pájaros de un tiro. Supongo que es parte de un mal tecnológico e internetiano que nos consume. Nos hace creer que somos superhéroes que pueden estar en mil lugares al mismo tiempo. Así, anda el lavarropas mientras escribo mientras hablo por skype con mi hermana que vive en Italia mientras imprimo las fotos de mis sobrinas mientras en la radio Varsky me cuenta lo que pasa ahí afuera mientras hablo con alguien por mi próximo trabajo mientras justo me llega un mail que estaba esperando. 

Trato de contar el tiempo que le hubiese llevado a mi abuela hacer tal cantidad de cosas. ¿Será que tenemos más vida al comprimirse todo? ¿No deberíamos tener mucho más tiempo libre que antes? No entiendo, y no me dan las cuentas.

4 comentarios:

Clashyy dijo...

es algo dmasiado complejo .. xq x un lado si hacs varias cosas al mismo tiempo las terminas rapido y podes tener mas tiempo libre y x el otro haciendo tantas cosas la mismo tiempo ... estresa un poko y es muy probable q t salga todo mal .. .. yo creo q hay q hacer las cosas a su debido tiempo, disfrutarlas (no los hechos cotidianos) y buscar un termino medio


Bsoss


:)

Anónimo dijo...

Cuando las circunstancias lo exigen, vale hacer dos o tres cosas a la vez. Eso nos debería permitir tener más tiempo libre que aprovechar, leyendo una novela, mirando una película, escuchando música.
Creo que el problema en nuestra sociedad es que lo que vale es el tiempo dedicado al trabajo con fines de lucro, pero el tiempo que le dedicamos a nuestro cuerpo y a nuestro espíritu es aún más valioso. Por supuesto que siempre podemos hacer que el trabjo con el que nos ganamos los garbanzos también sea placentero y nos colme no sólo en lo material

Anónimo dijo...

Me prendo con tu blog porque soy un poco como vos, siempre ando diciendole a la gente qué es lo que tiene que hacer y qué no... o como vos decis siento la necesidad de transmitirle al otro mis descubrimientos de individuo, así que no te molestará que te cuente que el día que yo me di cuenta que hacer tres cosas a la vez no solo no me hacía más feliz, sino que me generaba hacer más tareas simultáneas, fue el día que empecé a saborear las cosas una a la vez. No me fue fácil, pero de a poco lo voy logrando. Hasta disfruto volver caminando de mi oficina a Retiro para tomarme el tren, un día como hoy, de calor aplastante. :)

Anónimo dijo...

"En cuanto a la disciplina, procura una economia positiva; plantea el principio de una utilización teoricamente creciente siempre del tiempo: agotamiento mas que empleo; se trata de extraer del tiempo, cada vez más instantes disponibles y, de cada instante cada vez mas fuerzas útiles. Lo cual significa que hay que tratar de intensificar el uso del menor instante, como si el tiempo, en su mismo fraccionamiento, fuera inagotable; o como si, al menos, por una disposición interna, cada vez mas detallada, pudiera tenderse hacia un punto ideal en el que el maximo de rapidez va a unirse con el máximo de eficacia"

Michel Foucault; Vigilar y Castigar.