Me acabo de enterar de que los mails siempre llegan. Es un descubrimiento tardío y tontón, seré la última persona del planeta que todavía desconfiaba de ellos, junto con algunas madres que andan sueltas por ahí. Hoy colaboro a la extinción de esta raza de analógicos, como nos llama mi amiga Aguirre.
Que llegan, los pobres mails llegan. Ahora, si no vuelven con respuesta es por alguna de las siguientes cuestiones:
- Porque escribimos una letra mal en la dirección.
- Porque es punto com punto ar.
- Porque algunos nunca entramos a la carpeta “spam”.
- Porque el destinatario abandonó esa casilla como a un gato en el botánico.
- Porque por mala praxis apretamos discard y no send.
- Porque hay gente maleducada y/o desinteresada.
Ya sé, cuesta aceptar el punto seis. Pero el mail no tiene la culpa, el mail llega.
1 comentario:
Lo mismo pasa con los mensajes de texto, pero es mas lindo y menos doloroso pensar que no le llegó cuando no hay respuesta... La idea es quedarse con eso y no reenviarlo insistentemente. Mas de dos mensajes iguales enviados con 15 minutos de diferencia deja al descubierto la ansiedad que nos horada.
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