Me separé después de nueve años. No hace falta ni un tercio de ese tiempo para reconocer la cantidad de horas-energía que una pareja consume y, en proporción, la alegría que da compartir con otro la vida. Las cosas se piensan y se hacen de a dos, se planifican comidas y salidas, viajes, se acompaña y se aconseja, se discute una película, se leen en voz alta partes de un libro, se chupa del mismo helado, se comparten el ropero, los auriculares, la cama, las familias, el auto, la plata, algunos amigos, los discos, remeras de uso múltiple.
Y de repente una mañana, como por cierto arte de la magia de las relaciones, esa persona ya no está. Lo que queda es un hueco, un agujero, un vacío, un espacio, un aire, una pieza que falta, para los más fatalistas “una amputación”.
Es como si nuestro cuerpo fuese un tetris con ladrillitos de diferentes tamaños que encastran a la perfección y nos sostienen: el ladrillito de la familia, el de los amigos, el del trabajo, el de la pareja. Bien ordenados todos para que entren, como un rompecabezas. Pero si el rompecabezas está armado las piezas quedan fijas. Sí, se contienen unas a otras, pero quedan inhabilitadas para moverse.
Recién cuando falta una pieza las otras pueden despegarse, desacomodarse, encontrar un poco de aire. Pero alguna pieza tiene que achicarse o salir. “La gente cree que el vacío es la nada, pero no es así. El vacío es una plenitud discordante, un mundo atestado de fantasmas en que el alma sale a hacer reconocimiento.”, dice Henry Miller. Más simple mi abuela decía: “Para poder agarrar algo nuevo hay que tener por lo menos una mano vacía”.
Entonces cuando me separé las piezas empezaron a desplazarse y a buscar sus nuevas dimensiones, como cuando abren las puertas de un estadio vacío y la gente corre atolondrada para ocupar el mejor lugar. Así fue que el ladrillito de los amigos se agrandó y se afianzó con una potencia que le desconocía. Empecé a compartir con ellos más películas, más comidas, pensamientos, más tiempo.
En definitiva, siempre me gustó debatir, analizar y pensar con otro las cosas que me interesan o me hacen bien, que me alegran la vida y me tranquilizan, que dan sentido. Pero con el tiempo empecé a darme cuenta de que estaba poseída, poseída por la necesidad de transmitirle al otro mis descubrimientos de individuo. Y empecé a torturar: “Tenés que ver esta película, a vos te va a encantar, quiero que la veas”, “No comas eso, ¿no me dijiste que querés bajar diez kilos?”, “Correr me ayudó mucho cuando estaba mal”, “Tenés que hacer terapia” y así, puedo seguir con una lista interminable de recomendaciones y consejos “amigables” hasta llegar a decirle a mi psicoanalista: “A usted le interesaría ver In Treatment, tiene que verla”.
Somos seres únicos e irrepetibles, con gustos propios y distintas motivaciones. Pero, ¿hay alguna duda de que “El Padrino” es una genialidad? ¿No está acaso comprobado científicamente que hacer ejercicio cambia el humor? ¿Conocen a alguien que está peor desde que se analiza? ¿A un muy querido amigo gordo le darías una banana o una medialuna? Y si se come tres medialunas seguidas en tu cara, ¿te quedarías callado? Y claro que empecé a hablar del tema en terapia, no de “In Treatment” sino de mi necesidad de decirle a los otros lo que creo que les va a gustar o a hacer bien. Pero son años de costumbre, años de convivir con alguien que quiero, porque lo quiero, que vea y haga las cosas buenas que yo veo y experimento. Nueve años. Supongo que otros varios me llevará cambiar esta faceta "aconsejona" de mi personalidad.
Entonces tomé la decisión de canalizar esa energía en este blog, para dejar de torturar a la gente con las cosas que me gustan. Para que si quieren entren por motu propio. Se podría ver como un blog de “autoayuda social y cultural” en donde planeo escribir sobre todo lo que me interesa, sobre mis descubrimientos tardíos y tontones, sobre todo lo que me inquieta e intima a ser una mejor persona, una persona más completa. Todavía estoy con la duda de si recomendárselo a mis amigos o no. Supongo que tendré que esperar a ver qué tan bueno me parece o que tan bien me hace.
Y de repente una mañana, como por cierto arte de la magia de las relaciones, esa persona ya no está. Lo que queda es un hueco, un agujero, un vacío, un espacio, un aire, una pieza que falta, para los más fatalistas “una amputación”.
Es como si nuestro cuerpo fuese un tetris con ladrillitos de diferentes tamaños que encastran a la perfección y nos sostienen: el ladrillito de la familia, el de los amigos, el del trabajo, el de la pareja. Bien ordenados todos para que entren, como un rompecabezas. Pero si el rompecabezas está armado las piezas quedan fijas. Sí, se contienen unas a otras, pero quedan inhabilitadas para moverse.
Recién cuando falta una pieza las otras pueden despegarse, desacomodarse, encontrar un poco de aire. Pero alguna pieza tiene que achicarse o salir. “La gente cree que el vacío es la nada, pero no es así. El vacío es una plenitud discordante, un mundo atestado de fantasmas en que el alma sale a hacer reconocimiento.”, dice Henry Miller. Más simple mi abuela decía: “Para poder agarrar algo nuevo hay que tener por lo menos una mano vacía”.
Entonces cuando me separé las piezas empezaron a desplazarse y a buscar sus nuevas dimensiones, como cuando abren las puertas de un estadio vacío y la gente corre atolondrada para ocupar el mejor lugar. Así fue que el ladrillito de los amigos se agrandó y se afianzó con una potencia que le desconocía. Empecé a compartir con ellos más películas, más comidas, pensamientos, más tiempo.
En definitiva, siempre me gustó debatir, analizar y pensar con otro las cosas que me interesan o me hacen bien, que me alegran la vida y me tranquilizan, que dan sentido. Pero con el tiempo empecé a darme cuenta de que estaba poseída, poseída por la necesidad de transmitirle al otro mis descubrimientos de individuo. Y empecé a torturar: “Tenés que ver esta película, a vos te va a encantar, quiero que la veas”, “No comas eso, ¿no me dijiste que querés bajar diez kilos?”, “Correr me ayudó mucho cuando estaba mal”, “Tenés que hacer terapia” y así, puedo seguir con una lista interminable de recomendaciones y consejos “amigables” hasta llegar a decirle a mi psicoanalista: “A usted le interesaría ver In Treatment, tiene que verla”.
Somos seres únicos e irrepetibles, con gustos propios y distintas motivaciones. Pero, ¿hay alguna duda de que “El Padrino” es una genialidad? ¿No está acaso comprobado científicamente que hacer ejercicio cambia el humor? ¿Conocen a alguien que está peor desde que se analiza? ¿A un muy querido amigo gordo le darías una banana o una medialuna? Y si se come tres medialunas seguidas en tu cara, ¿te quedarías callado? Y claro que empecé a hablar del tema en terapia, no de “In Treatment” sino de mi necesidad de decirle a los otros lo que creo que les va a gustar o a hacer bien. Pero son años de costumbre, años de convivir con alguien que quiero, porque lo quiero, que vea y haga las cosas buenas que yo veo y experimento. Nueve años. Supongo que otros varios me llevará cambiar esta faceta "aconsejona" de mi personalidad.
Entonces tomé la decisión de canalizar esa energía en este blog, para dejar de torturar a la gente con las cosas que me gustan. Para que si quieren entren por motu propio. Se podría ver como un blog de “autoayuda social y cultural” en donde planeo escribir sobre todo lo que me interesa, sobre mis descubrimientos tardíos y tontones, sobre todo lo que me inquieta e intima a ser una mejor persona, una persona más completa. Todavía estoy con la duda de si recomendárselo a mis amigos o no. Supongo que tendré que esperar a ver qué tan bueno me parece o que tan bien me hace.
25 comentarios:
Me encanta, yo me siento reflejado un poco y está bueno compartirlo, si te hace bien dale para adelante.
Escribís muy bien, los artículos están muy buenos!!!
me encantó
Te empiezo a leer, puesss
;)
“Para poder agarrar algo nuevo hay que terner por lo menos una mano vacía”.
Me gustó la frase de tu abuela.
Mi psicóloga diría:
"Nadie se sienta en una silla ocupada"
Jajaja
Te sigo leyendo...
Saludos
Interesante tu teoría del tetris, era mi juego favorito en la adolescencia, llegué a ser muy buena en él... pero hoy soy muy cobarde para separarme..
Faaaaaa!. Debería haber empezado por la Introducción para entender ciertas cosas...
Y esa reflexión me deja pensando...
Muy lindo blog! =)
quedé azorada por tus palabras, por la construcción de tus palabras... leí sobre cine que me apasiona y recordé a Favio! Me vi en bares, me vi rota por momentos. Estaba pispeando blogs y me encontré con este. Después fui a la introducción y me identifiqué no con lo de la separación sino con lo del encuentro de un espacio, de uno propio. Por supuesto que con una calidad de escritura pésima pero escribir me hace bien. Me sana. Así que te seguiré leyendo.
Hola, siempre te leo pero nunca escribí. Llegue a vos por medio de los blogs de Aguirre (a la cual casi nunca comento tampoco)
Disfruto mucho con tus comentarios sobre libros y demás temas, tenemos algunos puntos en común, el final de una pareja de varios años, el gusto por la lectura.
El motivo por el cual te escribo, es que estoy leyendo un libro que creo te gustaría, no se si ya lo conocerás, es de Clarice Lispector Revelación de un Mundo. No se explicarte pq cuando lo leí me acorde de lo que escribis.
Siento que lo disfrutarías, espero que no te moleste mi atrevimiento.
Que estes bien, te mando un beso
Vero
musdenaranja@yahoo.com
Hola Vero,
Tengo ese libro de Clarice Lispector pero todavía no lo leí, ahora con tu comentario voy a apurarme a terminar lo que estoy leyendo para agarrarlo. Es un halago muy grande para mí que me digas que lo que escribo te recuerda a algo de Lispector, gracias...
un beso, María
La verdad es que el tuyo me ha resultado uno de esos blogs autobiográficos que tanto me gustan...
Esta introducción ha sido magistral.
Leí otras entradas antes, leí el diálogo de "Lost in Translation", el comentario sobre "El camino del Artista".
Tu blog cumplió una de las funciones que le asignaste. Me hizo sentir bien, comprendida.
Con respecto a los consejos, pienso que sería bueno que te dedicaras a ello como profesional. Así te pagarían por ello y no sufrirías tanto.
Otro porblema que podés estar sufriendo es el instinto maternal sin canalizar. Recomiendo un perro o un gato.
Hace mucho que no escribo en mi blog, escribo en una revista de acá de Uruguay que se llama Freeway, también se puede encontrar on line.
Bueno, te mando un beso y pronta recuperación!
Fantástica idea. Tengo tiempo leyendo el blog pero jamás la introducción.
Excelente desahogo. Además el anonimato siempre nos hace hablar de más jajaja!
Saludos desde Chihuahua, México
nunca había leído la introducción
Me gusta mucho tu blog, ahora lo entiendo más =)
Besos!
Muy buena la descripción María. Está buenísimo recordar despues de ocho años!!! como es vivir en pareja. Besote.Rami
Ya tengo cierto tiempo viniendo por cuenta propia. La única tortura que ocasionas es el no poder expresar cuanto me gusta lo que encuentro aqui. Gracias por escribir.
-Erika
Gracias, Erika!
Rato hacía que no me enganchaba con la lectura de la vida de otro. Me gustó (y mucho) el blog.
Salú!
María.. que lindo ....! que lindo que compartas ! .. hace días que ando zambullendome en tus escritos.. ahh.. que lindos son !
otra vez gracias !
Gracias, Maqui. Por tus palabras.
Te saludo contenta porque te gusta el blog...
Querida "aconsejona",
Mil gracias por compartir tu proceso :) mi vacío-ladrillezco es de apenas año y medio, sin embargo... justo me veo reflejada en lo que compartes.
Te sigo leyendo...He leído el post "sobre el amor" de C.Jung. Justamente he estado leyéndolo en mi lucha por sobrevivir. Digamos que el ladrillo que se expande en mi por el momento es el espiritual y se reparte en terapia, talleres de bionergía, práctica de yoga y budismo zen.
Ya pasé por dejar en paz a mis amigos ¿qué responsabilidad tienen ellos de lo que me sucede no? Sólo un par prevalecen como fieles y leales guardianes de mis secretos y corazón, sin ellos no sabría que sería de mi. ... y por supuesto sin mi sicólogo !
Un abrazo y espero que de tu lado la vida esté sonriendo !! :D gracias por compartir!
¡Neni! Pa'lante como el elefante.
No hay como escribir, que nos lean o no es lo de menos...
Vaya otra vez desnuda, coño, esto es ya exhibicionismo!!
Y no, no soy un robot.
http://www.flickr.com/photos/83917938@N02/11714407383/in/faves-erikamolina/
Vi esa foto y recordé inmediatamente el nombre de tu blog.
Por cierto, volví a leer esta entrada y la leí muy diferente que la primera vez. A mi me encantaría tener una amiga como vos cerca. Gracias por escribir.
~E.
Gracias también a vos, E, de verdad gracias por tus palabras y por la foto (la pondré en el blog).
Un beso!
Hola me llamo Cecilia de casualidad leyendo lo de las cajas de Juliana entro a tu blog . Mi nombre es Cecilia Codesido. Justo hoy me quedé sola mi vieja se fué a Jujuy. Hace 8 años que me divorcié y no logro llenar el "vacío" de la flia... Tengo un hijo de 26 años se llama Juan, escribo muy bien. Hago terapia. Tuve una depre ufff bueno y sabés que? me diste la idea de escribir yo ya quería hacerlo, pero cosas políticas, sin embargo, voy a contar un poco de todo Gracias!!!! Nada es casual!
Hola Cecilia,
Me alegro de haberte llevado un poquito más hacia la escritura.
El arte nos salva.
Saludos y muy buen comienzo de año.
Hola
no se nada de blogs, acabo de entrar al tuyo por una cita en la revista Viva del Diario Clarin de Argentina de hoy y he leído algunas cosas hermosas, pero llegue a tu introducción y la adore. También un poco me describe, igual que quien comenta que es demasiado cobarde para animarse a la separación...estoy en esa zona gris y no de 9 sino de 24 años aunque confío ya saldré, ya se acomodara el Tetris de mi vida.
En el mientras tanto, te agradezco este blog que, de lo poco que he leído, siento un mimo al alma
Fabiana
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