jueves, 18 de junio de 2020

Opus Gelber

Retrato de un pianista: Bruno Gelber

"Viví y vivo en lo excepcional con la mayor naturalidad del mundo."

"Yo creo que es muy linda la familia, pero a condición de tener conciencia de que uno es uno."

Cuando le preguntaban cuánto tiempo había que dedicar al estudio del piano, Scaramuzza decía: "ocho horas durmiendo, ocho estudiando y ocho pensando en lo que se ha estudiado".

"No me hice músico por la quietud que instala la polio sino que, al contrario, la música me ayudó a soportar la polio."

Un pez no se jacta de poder respirar en las profundidades. De la misma forma no se jacta él.

Usa mucho la expresión "mando positivo", cuando menciona a alguien entrañable que ya murió: "Pienso mucho en ella, le mando positivo."

Repite a menudo que nunca se psicoanalizó porque cree que "la vida misma te cambia".

"Pero es la vida. Si no hubiera cosas difíciles, no habría cosas lindas."

Su capacidad de goce es el mascarón de proa con el que embiste todas las dificultades, un arma que pulveriza cualquier obstáculo.

"Desmitificar a la gente me parece la cosa más aberrante del mundo."

"No tengo sentido de la propiedad. Tengo recuerdos."

Un hombre de setenta y seis años artificioso, reiterativo, dueño de un arte magistral, preocupado por la línea de las cejas. ¿Qué es esto? Se acaba el tiempo para averiguarlo.

(Fragmentos de "Opus Gelber", de Leila Guerriero)


No hay comentarios: