miércoles, 8 de junio de 2016

Stoner

A los cuarenta y tres años, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso mediante el cual una persona intenta conocer a otra.

En su primera juventud Stoner había considerado el amor como un estado absoluto de la existencia al que uno podía tener acceso si la suerte lo ayudaba; al madurar había decidido que era el paraíso de una religión falsa que se debía enfrentar con sardónico escepticismo, cálido desdén y embarazosa nostalgia. En su madurez comenzó a entender que no era un estado de gracia ni una ilusión; lo veía como un acto humano de transformación, un estado que se inventaba y modificaba momento a momento y día a día, con la voluntad, la inteligencia y el corazón.


(Fragmentos de "Stoner", de John Williams. GRAN LIBRO)

2 comentarios:

Dolores dijo...

Te gustò?!

María dijo...

Maravilloso es este libro! Ayer se lo regalé a una amiga para el cumpleaños. Lo amo. Gracias por la recomendación!