martes, 20 de mayo de 2014

Toni Servillo sobre el teatro:

Cortarle la respiración al espectador con la obra que estoy representando. Ese es el objetivo. Eso de andar siempre sobre el hilo que te mantiene la respiración sostenida y que te procura emociones fuertes. Yo creo que el teatro es el lugar donde uno verifica y ratifica el sentido de su profesión. (...) Porque te pone todas las noches en juego y, por lo tanto, existe la posibilidad del fracaso. Y si sabés que convivís cada día con una posibilidad de fracasar, entonces estás con los pies en la tierra. A diario debés empezar como el primer día. Por lo tanto no me pertenece el concepto de "star". Me parece un poco ridículo. Cuando yo era chico, las estrellas de cine estaban verdaderamente en el cielo, incluso para nuestro padres. Eran personas que vivían en un universo mítico. Las estrellas de hoy son grotescas. (...) Yo me considero un intérprete. No escribo textos; interpreto y transmito alguna cosa que creo haber comprendido de lo que figura en un texto teatral. Naturalmente la emoción del teatro es que todo eso sucede en vivo. Es más, diría que en una sociedad que reniega de la muerte o que tiende frenéticamente a la vida desde todo punto de vista, el teatro es una extraordinaria exaltación de la vida. Quizá hasta ilusoria. Se tiene la ilusión de vivir más. Porque sucede algo que está vivo, que respira. Por eso no podría ser director de cine. Si tengo algo bueno para dar, lo doy en el momento en el que actúo y me expreso vivo. Un director de cine toma apuntes, escribe los diálogos, el guión. Luego filma, después vienen el montaje, la edición. El teatro, va directamente del productor al consumidor. En este sentido es bio el teatro. Sin efectos especiales, sin micrófonos, sin cambios de escena, el teatro es biológico y ofrece un poco la ecología de la mente. El teatro tiene la posibilidad de poner a los hombre desnudos frente a sí mismos.

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