jueves, 6 de marzo de 2014

Blanco Nocturno

¿Ve? -dijo-. Este es un pato, pero si lo mira así, es un conejo. Dibujó la silueta del pato-conejo-. Qué quiere decir ver algo tal cual es: no es fácil. -Miró el dibujo que había hecho en el mantel-. Un conejo y un pato.
Todo es según lo que sabemos antes de ver. -Renzi no entendía hacia dónde apuntaba el comisario-. Vemos las cosas según como las interpretamos. Lo llamamos previsión: saber de antemano, estar prevenidos. Usted en el campo sigue el rastro de un ternero, ve las huellas en la tierra seca, sabe que el animal está cansado porque las marcas son livianas y se orienta porque los pájaros bajan a picotear en el rastro. No puede buscar huellas al voleo, el rastreador debe saber primero qué es lo que percibe: hombre, perro, puma. Y después ver. Lo mismo yo. Hay que tener una base y luego hay que inferir y deducir. Entonces -concluyó- uno ve lo que sabe y no puede ver si no sabe... Descubrir es ver de otro modo lo que nadie ha percibido. Ese es el asunto. -Es raro, pensó Renzi, pero tiene razón-. En cambio si pienso que no es el criminal, entonces sus actos, su modo de actuar no tienen sentido... -Se quedó pensativo-. Comprender -dijo cuando salió de ahí- no es descubrir hechos, ni extraer inferencias lógicas, ni menos todavía construir teorías, es sólo adoptar el punto de vista adecuado para percibir la realidad. Un enfermo no ve el mismo mundo que un tipo sano, un triste -dijo Croce, y se perdió otra vez en sus pensamientos pero volvio enseguida- no ve el mismo mundo que un tipo feliz.

(Fragmento de "Blanco Nocturno", de Ricardo Piglia)

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