jueves, 5 de diciembre de 2013

Fogwill sobre la pulsión de escribir:

Todo el mundo escucha voces. Todo el mundo escucha voces. Aunque sea en el momento en que se está por dormir. Pero yo les presto especial atención. Requiere una destreza especial darse cuenta de que viene la frase y de que esto es una frase, y mucho más especial recordarla. Porque las frases que le gustan a uno son frases que ya vienen con una métrica que le gusta a uno. Yo tengo la ventaja que de golpe la métrica que me gusta a mi de alguna manera le funciona a la gente.

2 comentarios:

Clément Cadou dijo...

En su día, cuando vi la entrevista, las frases de Fogwill que reproduces se quedaron un buen rato en mi cabeza. Muy maniático del ritmo, de la cadencia, sentí cierta envidia al escuchar esas frases y les di unas cuantas vueltas pensando en el fenómeno que me ocurre a veces: el enunciado está ahí, ha "venido" con el ritmo y la métrica que me gustan, pero la mano no obedece. Esas voces que uno escucha son demasiado esquivas. No sé qué piensas tú, María –o, como dirías tú, no sé qué pensás vos–. Saludos.

María dijo...

Hola Clément Cadou,

También escucho voces, el ritmo y la métrica que me gustan, pero muchas veces (por vagancia, miedo o ineficiencia) se me escapan, las dejo ir como a los colectivos que van llenos de gente, creyendo que volverán en otro momento, con la misma fuerza. Y no, a veces no vuelven por un tiempo, que se hace largo. No vuelven ni esas ni otras. Y me quedo vacía, tratando de recordar cómo eran, su métrica y su ritmo, qué decían esas voces que para mí eran perfectas...

Un saludo grande para vos.