Mamá tenía la costumbre de escabullirse a la cocina en mitad de una comida para enjuagar disimuladamente algunos platos en el fregadero, meterlos en el lavavajillas y regresar sonriendo con inocencia a la mesa. "Adelantar en fregar los platos" para mamá era lo mismo que el sexo ilícito para otras personas.
"Soltarse el pelo" era una expresión que había oído repetidamente en mi joven vida de clase media, tenía connotaciones de una mujer agotada que se vuelve loca en la calle, desgarrándose la ropa y tirándose del pelo y gritando obscenidades aunque en realidad no significaba nada ni mucho menos tan excitante, únicamente mujeres jóvenes y más bien gordas, mujeres no tan jóvenes y más bien gordas, que se tomaban tiempo sólo para ponerse carmín en los labios, apartarse de la cara el pelo estropeado por la permanente y olvidarlo.
Estaba aprendiendo que mostrar pena en público es una responsabilidad social, no puedes taparte la cara como un niño o alejarte gritando: "¡Por el amor de Dios, dejadme en paz, estoy muy cansada!"
Mamá decía de papá que lo guardaba todo por miedo a perder algo y creo que a ella le parecía bien. No como yo, pensé entonces. yo que casi no guardaba nada, por miedo a perderlo.
Porque cuando despiertas en tu antigua cama de la infancia hay una dulce burbuja de atemporalidad en la que podrías tener catorce años, u ocho, o mejor cuatro. En ese lujo de pensar Todavía no ha ocurrido nada. Y tal vez no ocurra nunca.
-Quiero decir, un veterano siempre apoya la guerra en la que está; en realidad, cualquier guerra. De lo contrario tendría que reconocer que ha cometido el peor error de su vida, y nunca lo repararía.
Vagamente había considerado a "las generaciones mayores" una responsabilidad-carga no muy emocionante, pero ahora deseaba con todas mis fuerzas haberle preguntado más cosas a mamá sobre los abuelos Kovach cuando tuve oportunidad.
Me faltaba paciencia, y la paciencia es una especie de madurez.
(Fragmentos de "Mamá", de Joyce Carol Oates)
2 comentarios:
¡Gracias! Me gustaron mucho los fragmentos, y ya los guardé para cuando quiera releerlos.
Y por las dudas te desanimes porque no hay comentarios, sabé que sigo y disfruto tu blog.
Un beso
-- Diego
Hola Diego,
Muchas gracias por tus palabras.
Sí, la verdad es que no es un blog muy comentado, pero sin embargo hay gente como vos que, cada tanto, por esta vía o muchas veces por otras, expresa que leer el blog lo enriquece o alegra un poco. Y para mí (al menos por ahora) eso basta, saber que estoy comunicando algo a alguna persona, que algo de lo que expreso llega. Para mí no es poco...
Un beso y gracias de nuevo.
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