Hace un par de semanas, recorriendo la feria del libro en el parque del Retiro, T. me señaló en uno de los puestos a un poeta viejo que estaba firmando ejemplares. Yo apenas llegué a verlo, había muchísima gente.
Escapando a la multitud para retomar nuestra intimidad, T. me contó que era Leopoldo Panero y que estaba internado en un manicomio, probablemente había salido para el evento. Dijo que había un documental buenísimo sobre su familia: "El desencanto". A los pocos días lo encontró, lo compró y lo vimos.
Cuenta la historia de la familia Panero, una madre y sus tres hijos, ya mayores, dialogan sobre su pasado, lo recuerdan, lo interpretan y van construyendo un relato que crece y habla de la vida, la locura, los padres, la infancia, el humor, la frustración, la autocrítica, la comunicación, los puntos de vista, la intimidad.
Supongo que la intimidad es lo único, lo especial de las relaciones entre las personas. Me quedo maravillada ante esta familia que comparte su intimidad con la cámara de una manera tan brutal, tan honesta, generosa, valiente y divertida, porque es una familia que hace uso del humor en todas sus formas, me saco el sombrero y trataré de aprender de ellos.
Aunque la de los Panero es una historia muy particular, creo que se podría hacer un documental de cualquier familia, se trata de mirar la intimidad con lupa durante algún tiempo. Por favor traten de ver "El desencanto" porque es increíble, creo que es una de las películas más humanas que vi en mi vida.
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