viernes, 17 de septiembre de 2010

"Sólo me interesa lo que me interesa."

No tengo palabras para escribir la empatía que siento por este hombre, sólo voy a transcribirles algunas de sus ideas:
Yo era joven. Y pensaba que todo el mundo era talentoso y que por alguna razón no aprovechaban ese talento. Y Gena decía: “Mira, hay mucha gente que simplemente no tiene los mismos impulsos, los mismos deseos, los mismos estímulos que la pongan en marcha. Tú te comportas como si toda esa gente te comprendiera, pero nadie te comprende. Ni siquiera yo te entiendo. ¡Tú estás loco!” Pero yo pensaba que la loca era ella.
Cuando se es joven, se hacen películas muy sencillas, y probablemente son mejores. Pero cuando te haces viejo esas complicaciones hacen que te vendas mucho más fácil. No es la edad, ni tu prestigio, ni tu dinero ni nada, sino el hecho de que realmente no tienes ideas que no sean comerciales. Realmente no las tienes.

El mayor logro en interpretación o en cualquier otro campo creativo: que te paguen para que te expreses como se te dé la gana.

No sé qué desean los otros, pero mi deseo es ser el que tiene menos posibilidades, lograr objetivos muy remotos, arriesgar.

Las debilidades humanas son parte de nosotros. No somos perfectos, pero tenemos buenos instintos que sirven de contrapeso a nuestras malas acciones. La batalla principal es no enseñar la fealdad por la fealdad misma. No basta atacar, atacar constantemente todo lo que vemos, al margen de lo que alguien haga; no basta porque no puede creerse. Y no se puede creer en nadie, empezando por la cúpula de nuestro gobierno. Todos son falsos. Y si todos son falsos, ¿qué sentido tiene continuar? Así no queda nadie que valga para hacer una película, para hablar, para escribir. Se pierde la esperanza, y entonces lo mejor sería abandonarlo y olvidarlo todo. ¿Por qué tenemos que llenar una y otra vez la mente de los jóvenes con la corrupción de la vida? Si lo hacemos, muy pronto no podrán evitar creer que todo es corrupción.

La vida son los hombres y las mujeres. Es decir, la vida no es la política. No he votado en toda mi vida y no pienso hacerlo nunca. Los políticos no son más que unos malos actores en busca del poder. No pienso hacer otra clase de cine, sólo películas sobre hombres y mujeres. Siempre estamos buscando grandes causas, buscando respuestas, pero, en mi opinión, estos personajes y sus pequeñas emociones son la fuerza política más grande que existe. Esas pequeñas emociones, esa incompatibilidad de caracteres, son una necesidad vital. Soy revolucionario, pero no en el sentido político de la palabra.

Si uno pone todo su esfuerzo en un proyecto, el resultado es bueno. Y no lo digo simplemente porque crea que es así, sino porque lo sé.

El público masivo no aceptará nuevas ideas y emociones que no le sean familiares con sólo una o dos películas, de la misma manera que no acepta de inmediato nuevas ideas en su propia vida.

Lo único que me importa es hacer una película en la que crea. Los que están conmigo en la habitación se preocupan más por las cifras que por las personas y las emociones. A ellos sólo les importa el dinero. No hay artistas conmigo, únicamente banqueros. Estoy solo.

¿Por qué la palabra “arte” tiene que significar pésimo, aburrido, sin interés? ¿Por qué todos le tenemos miedo a esa palabra? Yo trato conscientemente de ser un artista, alguien que hace obras de arte, ya sea actuando, dirigiendo o cualquier otra cosa que haga. Quiero ser artista. ¿Por qué avergonzarme?

No se es artista hasta que uno descubre que lo es. Hasta que no puedes vivir de otra manera. Pruebas todo lo demás y después, si no puedes hacer otra cosa, llegas a ser artista. Es la última opción para cualquiera. Es el último recurso.

(Sobre otro director.) Probablemente no quiere terminar la película, porque cuando se detenga ya no podrá seguir adelante. Cuando se detenga se enfrentará a las facturas que tiene que pagar. Cuando se detenga tendrá que volver a ser el padre de siete hijos, tendrá que volver a prestarle atención a su mujer. Cuando se detenga tendrá que volver a ser humano, y ser artista significa ser un monstruo en el sentido más amplio de la palabra. No te interesa la vida, sino una vida que sustituye a la real; eso es lo que significa ser artista.

Debe ser doloroso para una mujer tener un marido como yo. Y supongo que también es doloroso para los hijos a medida que crecen y se dan cuenta de que el trabajo de su padre es tan importante como ellos, y a veces más. Esto es algo sobre lo que no puedo mentir. No podría vivir un solo día sabiendo que tendré que dejar de ser esa cosa loca que soy.

Básicamente filmo para gente a la que no le interesa el cine, sino la vida, y que tiene ciertos problemas para vivir. No vas a hacer ningún bien en absoluto si filmas únicamente para un grupo del Sindicato de Directores de Cine.

No pienso besarle el culo a la opinión pública. No voy a escuchar a diecinueve tíos de la oficina central diciéndome lo que les gusta a los jóvenes, lo que les gusta a los negros o a las mujeres. Pienso que la mayoría de la gente es como yo: no sabe lo que le gusta hasta que lo ve.

No importa si eres pintor o arquitecto, no se puede ir contra el sistema. En mi opinión, luchar contra el sistema quiere decir que solamente quieres ser parte de él. Por lo tanto, es importante hacer algo que te guste, que te interese lo suficiente para no abandonarlo, tardes lo que tardes en hacerlo.

Di lo que eres. No lo que quieras ser. No lo que tienes que ser. Simplemente lo que eres. Y lo que eres es bastante bueno.
(Fragmentos del libro "Cassavetes por Cassavetes",
de Ray Carney)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno!
Este libro está en español?
Luciana

María dijo...

Hola Luciana,
sí, está en español, es de "Anagrama" y es BUENISIMO.
Saludos

Anónimo dijo...

Muchas gracias!
Tu blog es mi terapia, te lo agradezco mucho, a vos y a internet :-)
Luciana