Nunca me aferré a los objetos, para mí no simbolizan nada. Uso un anillo de mi abuela que varias veces amenazó con perderse y, en esos momentos, mi angustia siempre tuvo que ver con lo lindo que era, nunca con de quién era. Mi abuela está en mi corazón no en mi dedo, imposible perderla.
Ayer Julieta me contó que un amigo le dijo que tenía que aprender a “manejar el desapego” con la gente. ¿Manejar el desapego? Ay, Juli, creo que nunca voy a poder manejar ese tipo de desapego. Tranquila, me dijo segura, lo único que hay que aprender es a manejar el desapego de la gente que maneja el desapego.
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