Tengo una tendencia a hacer las cosas bien: nunca a marzo, trabajar desde los dieciséis años, de novia mucho tiempo con la persona correcta, hacer ejercicio, algo con lo que estudié, siempre dentro de los márgenes de la ley, tomar jugo de naranjas, leer, contestar si me escriben, gracias por favor, alcohol hoy no que mañana me levanto a las seis.
Hago las cosas bien hace treinta años, papá. Pero él siguió sermoneando, cariñoso y paciente. Insistió que me conocía, que me quería, que sabía que eso (que no sé cuándo se me ocurrió contarle) no iba conmigo. ¡Treinta años, papá! Bueno, está bien un recreo, unas vacaciones; y se resignó mirando su comida. Pensé al fin se terminó el tema pero a los pocos segundos volvió a arrancar con todo: el problema es que no te suena la campana, no escuchás que el timbre ya sonó y es tiempo de volver a clases...
8 comentarios:
que incha bolas que son los padres con hacer las cosas bien. No se termina eso cuando uno tiene treinta?
No se termina nunca, cada vez es peor, porque encima uno empieza a ver que muchas veces tienen razón...
Muchas veces tienen razón, pero en otras también se equivocan. Y es preferible que podamos vivir nuestras propias equivocaciones, no vaya a ser que sino encontremos la escusa perfecta para poder seguir culpando a nuestros padres de las cosas que no nos salen cómo quisiéramos.
Muy cierto anónimo, difícil equilibrio.
Tal vez, más que un instinto paterno "bueno", sea que ante la madurez del vástago, un sentimiento de pérdida de poder se apodera de los padres: en su teatro de Mr.-know-it-all, frente al inexperto hijo, buena parte de la relación suele terminar en vestigios de la mecánica inicial.
Pos tranquila, es que bruta y con errores es que ellos te conocieron. Lo que pasa es que ahora ya puedes elegir ser mejor que ellos (aunque les duela).
No entiendo el porque los padres insisten tanto en pedirle a los hijos en hacer las cosas bien. Coincido mucho con Anónimo. Si no nos dejan equivocarnos no aprenderemos. Y de verdad muchos padres buscan y pretenden la perfección en sus hijos.
Un beso y mucha calma!
Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme. Charles Chaplin
Muchos se equivocan por miedo a equivocarse. Gotthold Efraim Lessing
Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos. Proverbio italiano
Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande. Martin Heidegger
Quien obra puede equivocarse, pero quien no hace nada, ya está equivocado.
Santiago Alberione
Si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no estás aprovechando todas las oportunidades. Woody Allen
Gracias Clemencia!
Es verdad, en tiempos de confusión hay que recurrir a estos padres.
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